Proemio:
El miércoles -no este sino el siguiente- quiero probar su receta de panga. Debo decirle que se sentará a mi mesa un amigo -presbíero de la Iglesia Católica- y que sería un gran trastorno para mí si se intoxicara.
Por otra parte he mirado en el DRAE y en panga no dice nada de pescados, solamente se habla allí de embarcaciones y de peroles de cocina. No obstante, fiándome de su palabra, iré a Mercadona y -poniéndome muy serio- pediré cuarto de kilo de panga congelada. Dire congelada porque, aunque habrá pangas machos y pangas hembras me da que el género gramatical que corresponde a ese bicho -si es que existe y no se trata de una invención de su fantasía- es el mismo de la merluza. Pediré cuarto de kilo y no un kilo porque solamente somos dos, y no glotones.
Al grano:
1) Supongamos que ya estoy en la cocina y que obra en mi poder cuarto de kilo de panga muerta y congelada. ¿Tengo que esperar hasta que se descongele o me pongo a cocerla a lo bestia?
2) Para un cuarto de kilo ¿bastará con un huevo?
3) Con el tomate me entiendo y con el chorrito de leche también. Supongamos que ya he encendido el horno y le he dado instrucciones para que se ponga a 180ºC. ¿Hay que darle instrucciones para que se encienda por arriba y por abajo, o solo por arriba, o solo por abajo?
4) Mi horno posee una bandeja y una rejilla. ¿Uso la bandeja o uso la rejilla?
5) Supongamos que la amable panga -muerta y congelada y descongelada poco a poco o a lo bestia- ya está cocida y que mis manos están limpias. Niños no habrá en mi cocina, de eso me encargo yo. Desmenuzo el cadáver -ya está- lo mezclo con el huevo batido -ya está- añado el tomate y la leche -ya está-. Ahora supongamos que pelo y troceo cuatro langostinos y los añado a lo anterior. ¿Va bien la cosa?
6) Supongamos que la cosa va bien hasta ahora. Yo no tengo moldes y, la verdad, preferiría no tener que comprar más cacharros. Obra en mi poder -en cambio- una bandeja de pyrex -no busque la palabra en el DRAE-. ¿Vale con mi bandeja de pyrex? ¿Tengo que engrasarla? ¿Cómo se engrasa una bandeja de pyrex?
7) Supongamos que ya está en el horno. ¿De verdad basta con treinta -30- minutos?
8) ¿Qué significa dejar que se enfríe? Supongamos que la temperatura ambiente de mi cocina es de 22ºC. ¿Lo dejo a la intemperie cinco -5- minutos o espero a que alcance la temperatura ambiente?
9) Somos presbíteros austeros y perdonamos fácilmente las decoraciones. Yo, además, soy algo perezoso. ¿Pasa algo si paso de añadir lechuga? ¿Y si en vez de poner lechuga -que es un engorro- pongo hebritas de zanahoria? ¿Y si pongo hebritas de remolacha?
8) ¿Qué significa dejar que se enfríe? Supongamos que la temperatura ambiente de mi cocina es de 22ºC. ¿Lo dejo a la intemperie cinco -5- minutos o espero a que alcance la temperatura ambiente?
9) Somos presbíteros austeros y perdonamos fácilmente las decoraciones. Yo, además, soy algo perezoso. ¿Pasa algo si paso de añadir lechuga? ¿Y si en vez de poner lechuga -que es un engorro- pongo hebritas de zanahoria? ¿Y si pongo hebritas de remolacha?
Conclusión:
Espero mucho de usted, doña Cordelia y, aunque sé que está usted muy atareada con el estudio y otras cosas me atrevo a rogarle que me conteste cuanto antes. Por mi parte prometo informar puntualmente de todos los pasos que vaya dando.
¡Que Dios me la bendiga!
PD: Se me olvidaba. Supongamos que este es el segundo plato. ¿Qué pongo antes? Una cosa fácil, por favor. De lata, a ser posible. Mil gracais.
PD: Se me olvidaba. Supongamos que este es el segundo plato. ¿Qué pongo antes? Una cosa fácil, por favor. De lata, a ser posible. Mil gracais.
Por puntos:
ResponderEliminar-Panga congelado: lo venden en bolsas de kilo. Lo puede comprar fresco, fileteado, al peso, pero es altamente recomendable congelarlo antes durante al menos tres (3) días. Recomiendo, para dos personas, medio kilito (que luego pierde volumen, y si es segunto plato no es muy contundente).
- Horno por arriba y por abajo.
- Molde: no vale fuente de pyrex (no por el material sino por la forma. Le va a quedar una tortita plana de pescao y huevos). Si compra el pescadito en Mercadona, venden también unos moldes desechables de aluminio, francamente baratos y muy apropiados para el caso. Se engrasa untando un poco de mantequilla (preferible) o, en su defecto, aceite de oliva.
- Dejar que se enfríe: al menos dos (2) horas. Vamos, que se toma frío. Que no pasa nada si lo hace usted el día anterior y lo deja en la nevera.
- La austeridad es una virtud encomiable, especialmente en los presbíteros. Tengo que confesarle que en mi caso es la vagancia pura y dura (pecado feo, feísimo) la que me impide reiteradamente picar la lechuguita y tal, por lo que queda monísimo si lo cubre de mayonesa de bote con un cuchillo de untar, y en el colmo de la sofisticación le puede poner encima alguna decoración como aceitunas, tiras de pimiento rojo, langostinos pelados o tiritas de surimi.
En cuanto a lo del primer plato, me lo pienso, ¿vale?
Estimado DJ...
ResponderEliminarQue no le líe doña Cordelia...Si de verdad quiere sorprender a su prebítero amigo haga la receta dadaista:
Coja su última lista de la compra de comestibles. Emplatar siguiendo el orden por el que han pasado por caja.
El resultado será con toda seguridad un plato único y exquisito al buen paladar.
Suerte y sds!
Doña Cordelia:
ResponderEliminarNo voy a discutir más acerca del género gramatical de la panga. Cuanto sé sobre el asunto lo he escrito aquí: http://noteacostarassin.blogspot.com/2011/10/panga.html
Supongamos que voy a Mercadona y -muy serio- pido un molde para panga. Supongamos que me atiende una chica y se echa a reír y me dice: "¿para panga? ¿qué panga ni qué molde?"
Yo soy tímido doña Cordelia. ¿Qué le digo a la chica.
Y, por favor, no me llame usted merluzo.
Por lo demás ha sido usted muy amable (aunque un poco lacónica o adusta). No sé. ¿La he incomodado? Lo sentiría horrores.
Como diría cualquier otro menos yo
¡Paz y bien, doña Cordelia!
Amable don Dadaísta:
ResponderEliminarLo que usted propone es lo que suelo hacer cuando no tengo invitados.
Cuando viene un amigo -sobre todo si es presbítero- me esmero y -como ve usted- no dejo cabos sueltos.
Supongo que usted -que llama insulsas a las plantas- se las come no por placer, sino para no hacer daño a los misteriosos bichos.
De algo no me cabe duda: es usted muy amable.
Querido don Javier: le ruego me disculpe si le he dado la impresión de estar incómoda. Nada más lejos de la realidad. De hecho, me lo estoy pasando de lujo con el consultorio gastronómico. Solo lamento mi escasa preparación, que me impide asesorarle con mejores y más sencillos platos.
ResponderEliminarNo recuerdo haberle llamado merluzo ni teleósteo alguno, pero me disculpo si ha sido así. No era mi intención.
Moldes: en el Mercadona hay una sección en la que se pueden encontrar bolsas de plástico para congelar, envases de plástico, papelillos para madalenas y demás. En dicha sección venden unos moldes rectangulares de papel aluminio, desechables, con forma del típico plumcake de toda la vida. Esos son a los que me refiero, son asequibles y luego lo tira y no le ocupa sitio. También va de lujo para el bizcocho de plátano que causó su envenenamiento (cuantísimo lo siento).
Primer plato apropiado al segundo y al clima, y de lata, y riquísimo: lata de fabada o lentejas Litoral, de venta en el mismo establecimiento Mercadona. Abrir lata, verter en su famosa fuente de pyrex u otro cacharro del mismo material, calentar en el micro con cuidado (a veces el tocinillo salta): primero un minuto, revolver un poco, después otro minuto y yo creo que ya vale.
Espero éxito rotundo y crónica. Ya no le mando más besos (aunque era completamente bienintencionado). ¿Se admiten abrazos?
Amable doña Cordelia: Todo se admite, si es bienintencionado. Gracias por su paciencia y por su lección de cocina tan práctica y detallada. Si no sale bien diré que la culpa es de la contaminación de los mares. Si sale bien, el pastel de panga se hará famoso primero entre el clero del aarciprestazgo, y su fama (la del pastel) correrá con la de usted por la Vicaría, por la diócesis, por la provincia eclesiástica. No tardará en llegar a Roma y entonces podremos decir que es usted universalmente famosa. ¡He dicho!
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