El Reino de los Cielos se parece a una mujer que prepara un puchero a su marido. Por la noche fríe los garbanzos para su hijo y hasta el perro se alegra con esa providencia de la mujer amable que le reserva el hueso. No contenta con eso, la mujer amable guarda el caldo para un arroz y le ofrece a su madre arroz caldoso y con la carne prepara unas albóndigas y da una fiesta.
(Parábola extraída de un papiro hallado por un servidor aquí: Por ti madrugo.)
Y es que ya lo decía, ya...que sus relaciones son muy interesantes.
ResponderEliminarEn cuando a convertirlo en parabola. Magistral.
Gracias por el enlace.
sds
La parábola venía prácticamente cocinada. No ha habido ni que cocerla.
ResponderEliminarGracias por la visita.
No imaginaba tanto éxito con mi receta.
ResponderEliminarSaludines
Usted siga cocinando que necesito recetas buenas.
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